En la vendimia manual los vendimiadores recolectan las uvas colocando los racimos en cestas o cajas de unos 15 kg para su traslado, logrando de esta manera el objetivo de que todos los racimos lleguen intactos y sin apenas pérdida de mosto a las bodegas. Se calcula que aproximadamente el 85% de la vendimia en la D.O. Toro es manual. Esto hace que la calidad de la uva a la llegada a la bodega sea mayor, ya que el proceso por el que ha pasado desde su recolección hasta el momento de entrada es mínimo. La uva es recogida en el viñedo con cuidado y esmero por los vendimiadores, después es trasladada en cajas hasta la bodega donde pasa por mesas de selección o tolvas en los casos de una mayor producción haciendo que el fruto sufra lo mínimo posible.
Para este tipo recolección en las épocas de vendimia se requiere un sobre esfuerzo, ya que su objetivo es obtener una excelente calidad en su producto final, haciendo que los racimos lleguen intactos a las diferentes bodegas tal y como hemos explicado anteriormente.
Al contrario de otras zonas de producción en la que la tónica general es la vendimia mecanizada, en Toro, la vendimia manual es la predominante. Esa práctica hace que los viticultores tengan que llevar a cabo sus cosechas prácticamente de la misma manera que lo hicieron sus antepasados garantizando de esta manera la llegada de las uvas a las bodegas íntegras, sanas, limpias y en el punto óptimo de maduración.
Con todo esto se consigue que esos factores influyan de manera directa en la calidad y en la elaboración de los vinos de Toro, logrando mimar el producto desde el campo hasta su entrada en cada una de las bodegas para conseguir vinos de una excelente calidad.