Durante el segundo trimestre del año 2006, el Consejo Regulador de la Denominación de Origen “Toro” ha facilitado a las 40 bodegas inscritas en la Denominación, la cantidad de 2.827.500 contraetiquetas para el embotellado de vino acogido a su marchamo de calidad.
Comparado con las cifras del mismo período del año anterior, que fue de 2.521.000 “contras”, el incremento porcentual es de un 12,15 por ciento, cifra que se valora desde el Consejo como muy satisfactoria, y que supone un premio al gran trabajo de las bodegas de Toro, que a la buena calidad de la tinta de toro están sabiendo unir grandes elaboraciones, que han llevado a la calificación como excelente de las 3 últimas cosechas, 2003, 2004 y 2005.
Por tipos de vino, el mayor incremento se ha producido en la categoría de vinos reserva, con un crecimiento superior al 275 por ciento. En cuanto a volumen, el crecimiento más notable corresponde a los vinos con calificación genérica, con 372.000 botellas más. Este grupo incluye a aquellos vinos no pertenecientes a las categorías de crianza, reserva o gran reserva, incluyendo, por tanto, no sólo los vinos jóvenes, sino también vinos que en su elaboración han pasado meses depositados en barrica de roble, en muchos casos equivalente e incluso superior a la establecida legalmente para las categorías de Crianza o Reserva.
El balance del primer semestre del año 2006 es también notable, con un crecimiento total en comparación con el primer semestre del 2005 de 382.200 contraetiquetas, para un total de 5.041.500 botellas certificadas.
¿Qué es la contraetiqueta?
Una vez superados los controles correspondientes del producto y confirmada la trazabilidad de su origen desde el viñedo y su registro; la bodega y sus normas de vendimia; el seguimiento de existencias, la normativa de etiquetado y la normativa de calificación de producto, la bodega puede optar a la retirada de contraetiquetas correspondientes al número de litros de vino calificado y perteneciente a una partida identificada.
Las contraetiquetas siempre son expedidas en el Consejo Regulador y de acuerdo con el vino y la categoría a la que corresponda. Su numeración en serie y número es equivalente al carnet de identidad que cada botella debe llevar al dorso de la etiqueta principal, esto garantiza al consumidor la procedencia, el origen y la calidad del producto.