Con la llegada de las bajas temperaturas y la caída de las hojas se inicia una nueva etapa en el ciclo vegetativo de la vid que se divide en varias fases y tiene como consecuencia el reposo invernal de la vid en otoño/invierno para volver a resurgir con la llegada de temperaturas más altas. En los últimos días os hemos ido enseñando como la estampa y la apariencia del viñedo en nuestra Denominación de origen iba cambiando a medida que el otoño y la bajada de las temperaturas iban siendo más presentes en nuestra zona, comenzando de esta manera la etapa en el ciclo vegetativo. Esta etapa se inicia cuando la media de temperaturas entre el día y la noche es menor a 10º y finaliza cuando esa media se sitúa en valores de 10º o superior entre día y noche.
Durante esta época de reposo, el viñedo paraliza su actividad debido a la incidencia de diversos factores que facilitan que ese reposo sea duradero en el tiempo y como anteriormente decíamos, se vuelva a iniciar la actividad con la llegada de la brotación. Según un artículo de la revista Vinetur que recoge las 5 atapas consecutivas del proceso atribuidas a R. Pouget, van desde la formación del brote hasta su rebrote en el siguiente ciclo vegetativo, y son:
- 1ª fase de pre-reposo vegetativo. Comienza cuando las yemas se forman sobre el pámpano del año, alcanzando un nivel de organogenia suficiente para que sean aptas para desarrollarse y permitir la formación de un nuevo brote cuando las condiciones sean favorables. Su duración es de una semana.
- 2ª fase de entrada en reposo vegetativo. Duración de unas dos semanas, donde las yemas latentes pierden la posibilidad de brotar rápidamente, debido a la presencia de ácido abscísico, correspondiendo a la época de agostamiento.
- 3ª fase de reposo vegetativo. Corresponde a un profundo descanso de las yemas y de una duración de entre uno a dos meses, caracterizándose al principio por un elevado tiempo de brotación, para después disminuir por las temperaturas crecientes.
- 4ª fase de levantamiento de reposo vegetativo. Se trata de un período corto de una semana que exige temperaturas frías con medias diarias de 10° C.
5ª fase de post-reposo vegetativo y prebrotación. Su duración es de 3 a 4 meses, donde las yemas que sufrieron la acción de las bajas temperaturas, adquieren la aptitud de brotar rápidamente en todas la temperaturas.