La floración es un proceso que atraviesan los viñedos generalmente sobre mediados del mes de junio en nuestra Denominación de Origen. Este espacio de tiempo comprende el final de la primavera e incluso el inicio del verano dependiendo de la zona en la que nos encontremos y la duración aproximada de este fenómeno es de unos 10-15 días dependiendo de las condiciones climatológicas.
Las flores que podemos apreciar en nuestros viñedos serán blancas y de un tamaño muy pequeño. Estas, se abren esperando ser polinizadas por el viento y los insectos. Una vez que la flor haya sido polinizada, se empezará a desarrollar el grano de uva iniciándose la transformación de la flor en fruto. Esta es una etapa muy importante, ya que en cierta medida puede ser un indicador de la cantidad de cosecha que proporcionará el viñedo en función de su evolución a partir de este momento.
Tras la floración se produce el proceso de cuajado que es lo que hemos explicado anteriormente, el paso de las flores en frutos. Los frutos serán las uvas que componen el racimo y crecerán y madurarán hasta la temporada de vendimia. El cuajado se completará en 2 o 3 semanas después de la floración aproximadamente.
Llegada esta etapa del cuajado, en las variedades tintas tiene lugar uno de los procesos más bonitos y mágicos en el viñedo, el envero. El envero es la coloración de la uva y nos ofrece unas imágenes únicas que os iremos enseñando cuando los viñedos de la D.O. Toro lleguen a ese ciclo.