Los alumnos del Curso Superior de Sumiller de la Escuela Internacional de Cocina de Valladolid recibieron el pasado 10 de marzo una clase magistral sobre los vinos de la Denominación de Origen Toro.
Santiago Castro, director técnico del Consejo Regulador, centró sus explicaciones en la geografía, climatología, edafología y viticultura de la D.O. Toro, para después catar algunos vinos con los alumnos.
La mayoría de los futuros sumilleres ya conocían los vinos de Toro y tenían una percepción más que positiva. “Soy un incondicional” de los vinos de Toro, comentaba después de la clase uno de los alumnos.
Otra de las alumnas que no tenía mucha experiencia con los vinos de DO zamorana explicó que le habían “sorprendido para bien”, matizó que aunque “son más fuertes que los Ribera a los que estoy acostumbrada, con mucho más color, pero no por ello dejan de ser elegantes y muy interesantes”.
Tras la presentación, las opiniones hacia los vinos de Toro fueron aún más positivas; pues todos coincidieron en que fue muy instructivo sobre todo el estudio de los suelos, para lo que Santiago llevó diferentes muestras.
“Una de las cosas que más me llamó la atención fue escuchar que el 85% del viñedo de Toro está en vaso, y que posee viñedos muy antiguos que, según nos ha explicado Santiago, en cuestión de viticultura son muy valiosos porque se autorregulan (producen un equilibrio perfecto entre calidad y cantidad”, explicaba una de las alumnas.
Una de las partes ‘polémicas’ de la materia fue la explicación de la controversia sobre la diferencia entre el tempranillo y la Tinta de Toro. Según los alumnos, es un debate que había salido en varias ocasiones a lo largo del curso. Las dudas se disiparon cuando se les explicó que “genéticamente es similar al tempranillo, pero por cuestiones de adaptación al medio durante siglos se puede considerar una variedad autóctona y diferenciada”.
La cata
Los comentarios en general fueron excelentes, en especial para el Gran Reserva. El aspecto que más gustó fue el catar vinos procedentes de distintos suelos, ya que pudieron comprobar cómo afectan las diversas composiciones al aroma final de vino.
- Tinto procedente de un suelo arcilloso 2014, 2 meses en barrica: “Nariz un poco cerrada, fruta más escondida, pero en boca más potente, untuoso y tánico.”
- Tinto procedente de suelo de canto rodado 2014, 2 meses en barrica: “Más mineral, elegante, acidez alta y elegante, no molesta, menos potente en boca.”
- Tinto de suelo arenoso 2014, 2 meses en barrica: “Más fruta y más expresión de la variedad, más cuerpo, menos acidez.”
- Rosado de Toro 2014, 85% tinta de toro, 15% garnacha: “Muy alcohólico, pero llevadero. Balsámico, con mucha fresa, y con un post-gusto largo y muy dulce.”
- Roble 2012: “Le faltaba tiempo de crianza en botella”.
- Crianza 2011: “ El que más expresaba de todos la variedad Tinta de Toro, ¡juanola pura!“
- Reserva 2009: “El mejor, sin duda, de todos los que probamos. Muy muy elegante, con mucha fruta, poca importancia de la madera, totalmente redondo, una nariz muy equilibrada, un vino con bouquet. En boca, untuoso, largo… ¡riquísimo!”
Queremos dar las gracias a todos los alumnos que nos han brindado sus opiniones para poder elaborar este post.