El ciclo vegetativo de la vid, en el marco que comprende la Denominación de Origen Toro, ha venido marcado por un aumento de precipitaciones del periodo invernal recogiéndose desde octubre de 2005 hasta marzo de 2006 en la Estación Metereológica de Toro la cantidad 240 mm de precipitación . También cabe destacar la ausencia de fuertes heladas (por debajo de -10ºC) durante el reposo vegetativo en el mes de enero/febrero/marzo que no han ocasionado daños sobre todo en las plantaciones jóvenes. Tampoco en el momento del desborre y brotación se han producido daños significativos por el frío.
La brotación se produce de forma favorable a principios de Abril con la presencia de lluvias primaverales durante los meses de abril/mayo que aparecen en la zona en forma de tormentas, algunas zonas con incidencia de pedrisco ocasionando algún daño localizado, y dejando hasta 45 mm. A partir de aquí la lluvias remiten y el clima seco y cálido se mantendrá durante prácticamente todo el periodo vegetativo, en consecuencia el viñedo estará libre de enfermedades criptogámicas y solamente con escasos tratamientos de azufre será suficiente para prevenir cualquiera de las plagas endémicas, potenciando así una viticultura sin tratamientos en la zona. Algunas enfermedades endémicas de la zona como las producidas por insectos son las polillas del racimo, la lobesia botrana, que se ve favorecida por las altas temperaturas y la escasez de lluvias. Desde el Consejo Regulador y durante varios años atrás, en colaboración con el ITA de Castilla y León y la Estación de Control de Plagas de Toro se controlan los vuelos de las polillas con más de catorce estaciones de aviso, orientando al viticultor para una mayor efectividad de los tratamientos y erradicando esta plaga con facilidad, sin que llegue a causar daños significativos. Como en cada campaña en Toro hay tres generaciones bien definidas, la primera comienza a principios de Junio y se repite aproximadamente cada cuarenta días. Este año las altas temperaturas de finales de agosto y primeros de septiembre unido a la ausencia de precipitaciones han dado como resultado que la tercera generación sea la de mayor capturas, sin aparecer daños evidentes en la calidad de la uva. Este factor, es un indicador que nos advierte la prevención que tenemos que tener para la próxima campaña 2007. Algunas enfermedades de la madera se ven incrementadas también por las condiciones meteorológicas, este año ha destacado de manera muy puntual y localizada la Yesca (Fomitiporia mediterranea) que se desarrollo en forma de apoplejía no parasitaria propiciando la desecación total o parcial de individuos de corta edad, lo cual nos advierte de la necesidad de adoptar medidas profilácticas en la poda de este año para evitar contagios indeseables.
El hecho de que en el suelo haya una humedad adecuada debido a las lluvias otoñales y primaverales conlleva a favorecer la floración y fertilización de las bayas, produciéndose una fecundación de la mayoría de las flores y un cuajado perfecto, incluyendo variedades más propicias al corrimiento como el navarro (garnacha). Solamente en pequeñas parcelas localizadas y como consecuencia del viento hubo algún problema poco reseñable de fertilidad y cuajado. En los controles realizados en el momento de la vendimia a nivel individual de racimos, hemos observado un mayor número de uvas por racimo y también un aumento en el peso medio de las bayas (uvas), esto guarda relación directa con el aumento de producción que este año se ha constatado. Conviene puntualizar que si bien los viñedos más viejos han tenido una producción semejante a la campaña anterior, el aumento de producción es consecuencia principalmente de los viñedos de edades más tempranas que entran en plena producción.
Desde el Consejo Regulador de la D.O. Toro se hacen entre agosto/septiembre unos cincuenta muestreos a parcelas de viñedos dentro del marco que comprende la D.O. Aquí además del peso medio de la baya, con una recogida de muestras de 200 uvas, las cuales se analizan también parámetros como la densidad, el Brix, el grado probable, la acidez total, el acido tartárico, el ácido málico, o el potasio; esto semanalmente a cada una de las parcelas lo cual nos verifica este adelanto de la maduración pero si bien es cierto de forma desigual, intervienen muchos factores como la edad de la viña, orientación, producción , conducción, ubicación de los viñedos, etc. Esta información se facilita semanalmente a las bodegas con el fin acercarnos de la mejor manera posible al momento óptimo de maduración.
Desde el mes de Junio de este año desde este Consejo Regulador se dispone de información diaria de las cuatro estaciones meteorológicas instaladas por la Junta de Castilla y León en los municipios de Pedrosa del Rey, Toro, Valdefinjas y Villabuena del Puente, una información esta a disposición de las bodegas y viticultores para su aplicación en la mejora de la calidad de la uva.
Así podemos destacar los momentos más significativos que se han producido precipitaciones generalizadas en la zona de producción durante el ciclo vegetativo durante los meses de Junio- Julio- Agosto y Septiembre, en todos los meses se han producido precipitaciones puntuales. Son las altas temperaturas de finales del mes de agosto y principios del mes de septiembre los que propician un adelanto en la maduración de la uva y en consecuencia en el momento de inicio de la vendimia.
Debido a una fuerte oleada de calor a finales de agosto principios del mes de septiembre, donde se alcanzan más de 35ºC, se produce una pérdida de agua y cierta pasificación en algunos racimod, dependiendo de la orientación y exposición, encontrándose como paradoja dentro del mismo, uvas con cierta pasificación y uvas aún sin madurar con la pepita totalmente verde. Aparece a finales de septiembre la lluvia intermitente durante algunos días de vendimia, alargando la recepción de bodegas abiertas y en ciertas parcelas se produce una ligera recuperación del tamaño del racimo que había quedado mermado por el sofocante calor.
En septiembre se inicia la vendimia en Toro el día 1 de septiembre y finaliza el día 23 de Octubre con un total de 53 días vendimiando, paradójicamente cuando algunas bodegas abren sus puertas otras ya han concluido su vendimia., realizándose una vendimia escalonada. La singularidad de Toro es que más de la mitad de las bodegas amparadas realizan su vendimia en cajas de plástico, para después poder seleccionar con minuciosidad cada racimo en la mesa de selección, es importante la diferenciación en los encubados no solo por la edad de los viñedos, sino también, por los distintos pagos de procedencia de la uva. Este año cabe destacar el trato minucioso que se le empieza a aplicar ala uva Tinta de Toro, en el momento de la recepción en bodega refrigerándola por debajo de 10ºC con distintas prácticas como son las cámaras frigoríficas (anexas a la bodega), con nieve carbónica (aplicada directamente a la uva despalillada) o refrigerando el propio depósito. Ralentizando el momento de inicio de las fermentaciones y consiguiendo un mayor aporte aromático, con un aumento considerable de materia colorante sin llegar a extraer los taninos más crudos.
La cata de los primeros mostos fermentados nos muestra un buen potencial aromático de frutas rojas, frescas, con colores amoratados persistentes incluso ya en fase prefermentativa, con un nivel adecuado de acidez y un ph algo más bajo de lo habitual en viña viejas, lo cual nos asegura una mayor y mejor longevidad en la crianza de los futuros vinos. La práctica de la micro-oxigenación en vinos terminados tampoco es una novedad ya en la zona.
La vendimia se materializa en un 22,47 % más que la campaña anterior, con uva de gran calidad donde de han recogido 20.747.186 kg frente a los 16.940.228 del año 2005.
Los controles tanto de campo como en la recepción de las uvas han sido inspeccionados por un total de 22 veedores contratados por el Consejo Regulador para este fin, haciendo un seguimiento tanto a las vendimias por diurnas como a las nocturnas donde la vendimia mecánica se empieza a materializar en la zona, este año ha supuesto un 12% del total de la uva recepcionada en bodega para v.c.p.r.d. Generalmente son los viñedos nuevos plantados en espaldera, que a partir de su quinto año se tienden a vendimiar de forma mecánica, más de 14 bodegas en esta campaña ya han realizado esta práctica al menos en una parte de la uva recepcionada en bodega, obteniendo en general resultados favorables.
El número de bodegas inspeccionadas es de 43 y de ellas 25 realizan vendimia en cajas disponiendo de mesa de selección de la uva.
El número de viticultores inscritos es de 1.227 y el número de has inscritas es de 5.703,1824 Ha.
Las variedades autorizadas son cuatro Malvasia (465,0247 Has), Verdejo (37,0916 has), Garnacha Tinta (205,7622 Has) y la principal Tinta de Toro con (4.995,3039 Has.)